Campamento Derroñadas 2018. “Vivir no es necesario, navegar sí”

Irene, jefa de la patrulla 2, nos acerca a su experiencia en el Campamento.  Muchas gracias Irene por compartirlo.

Este mes de julio, muchos de los juveniles de la Parroquia confiaban en el grupo de Montañeros y decidieron venir al campamento que tuvo lugar del 2 al 13 de julio; 11 días de diversión, convivencia y estar con el Señor.

Repetíamos casa, de vuelta a nuestra querida Derroñadas, pero no por ello menos ilusionados de lo que el Señor nos pudiera regalar allí.

Cada mañana y cada noche se formaba en frente de la casa e izábamos y arriábamos la bandera, siempre por Cristo, por la Virgen y por España.

Después a desayunar para coger fuerzas y dependiendo de si había marcha o no, nos íbamos todo el día o nos quedábamos en el campamento, donde teníamos taller de teatro, oración y competiciones deportivas con río incluido (este año hemos podido disfrutar del río en abundancia). Los días pasaban entre marchas y días de campamento, los primeros algo más duros, aunque nada que este grupo de Montañeros no se atreva a hacer con la confianza puesta en la Virgen María y en Jesús. Además todos los días teníamos muy presente a la Virgen rezando juntos el Rosario. La Misa diaria se celebraba o bien en la montaña o bien en la capilla de la casa, que contaba con una imagen de Cristo con el corazón y las manos abiertas y con una mirada atenta que se nos animó a mirar de verdad. Poniéndonos de rodillas delante de Jesús y viendo fijamente sus ojos resultaba imposible decirle que no ibas a seguirle. Así muchos de nosotros nos poníamos delante del Señor para manifestar nuestro sí cada día.

La jornada se completaba con la reunión por patrullas, y después de la cena…. la esperada velada.

Aunque cansados siempre había fuerzas para disfrutar de una noche de diversión junto al resto de patrullas, tuvimos veladas de mímica, de canto, de capturar la bandera, de buscar el tesoro, incluso hasta la noche de los premios Óscar. Esta noche los acampados interpretaron algunas escenas de “La Odisea” de Homero en grupos mixtos de primaria y secundaria. Dirigidos por un jefe de patrulla el grupo estaba encargado de explicar al resto su escena, para comprender que solos no podemos navegar y que necesitamos la ayuda del grupo de Montañeros y de nuestra Madre la Iglesia para poder entrar en el arca.

Tras actuaciones estelares y otras estrelladas, se repartieron los Óscar a la mejor actuación, guión, interpretación….

El taller de teatro estuvo muy presente en el campamento, pues Ulises y su largo viaje nos ayudaban a comprender mejor los Santos y símbolos del día, y cómo a veces es necesario un ancla o una estrella que nos lleven a buen puerto. Un largo recorrido que también vieron recompensado los montañeros con la entrega de pañoletas, signo de fidelidad al grupo.

El último día los nervios estaban a flor de piel por la separación tras tantos días, la vuelta con nuestras familias, etc… pero el Señor aun nos tenía reservados algunos regalos más. Tuvo lugar la entrega de insignias que valoran lo vivido en el campamento y de galones que suponen un carácter que ha perdurado todo el año.

Tras la alegría del momento nos despedíamos de Derroñadas para ir a Medinaceli a visitar a las Clarisas, con las que compartimos experiencias y nos dieron muy buenos consejos para seguir siendo fieles. Con la promesa de su oración partíamos de vuelta a Madrid, teniendo claro que entregábamos nuestra vida, pues “Vivir no es necesario, navegar sí”.

Irene.

Jefa de patrulla.

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