Este pasado sábado 8 de diciembre de 2018 Jorge e Iberia se consagraron a la Virgen coincidiendo con la festividad de la Inmaculada Concepción.
Han querido compartir con nosotros su experiencia. ¡Muchas gracias!
Queremos compartir con todos vosotros nuestra experiencia de Consagración a la Virgen.
¿Por qué consagrarnos a la Virgen?
Por amor, agradecimiento y sobre todo porque Ella es el camino perfecto para llegar a Dios.
Es un compromiso a vivir el ideal de santidad que nos exige Jesucristo en el Evangelio, pero guiados de la mano de nuestra Madre, que nos conoce y no nos falla nunca
Muchos nos habéis preguntado qué hay que hacer para Consagrarse. La respuesta es sencilla, pero exige un pequeño esfuerzo por nuestra parte.
Hay que querer mucho a la Virgen, rezar el Santo Rosario, tal y como nos ha pedido, encomendándonos a Ella y poniéndonos en sus manos.
Consagrase significa dejar todo en manos de María, abandonarse en Ella y confiar en su ayuda y mediación ante su Hijo, ponernos al servicio de Ella, dejarnos guiar, conocerla mejor e intentar imitarla en cada momento de nuestra vida.
Consagrase es hacer todo por María, con María, en María y para María, para llegar a hacerlas por Jesús, con Jesús, en Jesús y para Jesús.
Si nos paramos a pensar en cómo somos, ninguno somos merecedores de consagrarnos a la Virgen, estamos muy lejos de sus méritos, pero es el camino perfecto para llegar a Dios, y además no estamos solos. Ella y su Hijo están con nosotros ¿Qué más queremos?
A Jesús por María
Iberia y Jorge
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