Compartimos la meditación de nuestro seminarista Antonio correspondiente al sexto viernes de Pascua.
Viernes VI de Pascua (22-5-2020)
“Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón”
En todos los campamentos hay un día en el que un monitor señala lo alto de una cima y dice “mañana subiremos allá arriba”. Surgen opiniones de todo tipo, desde los que piensan “tiene que haber unas vistas impresionantes”, hasta los que van bajando su mirada hasta la base de la montaña y se dicen “esto va a ser horrible”. Este hecho anecdótico es un resumen de toda nuestra vida.
Nuestra cima, nuestra meta, es el Cielo. Estamos en el mundo para tener los ojos fijos en el horizonte que nos presenta el señor, nuestra plenitud, la felicidad de estar un día gozando en la presencia del Padre. Ahora, nadie dijo que fuera fácil. La Pasión y muerte no fue fácil, pero luego vino la Resurrección y hemos vivido en esta Pascua lo que es nuestro caminar en la tierra.
No te olvides de este tiempo. El confinamiento ha valido la pena, vivir vale la pena siempre que se tengan los ojos en el Señor. Si no quieres sufrir no ames, pero, si no amas ¿para qué quieres vivir? Vive aspirando a lo alto, aprovecha los dones que el Señor te da para el camino sin esperar fruto, pues el fruto se dará en la vida eterna, donde ya “nadie os quitará vuestra alegría”.
Antonio, seminarista
Descargar: Meditación Viernes VI Pascua (22-05-2020)
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